REPORTAJE A IRVING KERSHNER –DIRECTOR-
Aparecido en La Guerra de las Galaxias: El Imperio Contraataca
escrito por John May y Alan Arnold
KERSH es uno de esos tipos de los que se dice que “han
visto mundo”. Nacido en Filadelfia, sirvió a bordo de un bombardero B-24
durante la Segunda Guerra Mundial, estudió pintura, escultura, fotografía y
cinematografía en la Universidad del sur de California, hizo películas para la
USIS (1) en África y Oriente Medio y luego dirigió numerosos documentales.
-Hice un film por semana durante tres años. Y eso incluía
el rodaje, el montaje y todo lo demás. Fue una experiencia muy importante.
Kersh pasó entonces a los largometrajes, y dirigió Los
Ojos de Laura Mars, El Retorno del Hombre Llamado Caballo y una cinta de la
televisión llamada Raid sobre Entebbe, entre otras.
Nos citamos en la nueva casa de Kershner en un pueblecito
al norte de San Francisco. Kersh habla con mucha deliberación y va directamente
al grano, repitiendo frases para dar más énfasis, gesticulando en el aire con
su cigarro. Es un hombre al que
disgustan las pretensiones y la emotividad fingida, un experto hombre de
cine que tiene un punto de vista muy definido.
Para empezar, le dije que no parecía ser el director más
adecuado para una cinta tal como El Imperio Contraataca.
-Todo el mundo me lo dice, así que debe de ser cierto
–reconoce- Y también tendría que añadir que todo el mundo me dice que, por
consiguiente, no debe de ser cierto.
-¿Cuál diría que es su estilo y forma de hacer las cosas
como director?
-Odio hacer las cosas solo con el fin de que parezcan
bonitas. Me gusta poner todo al servicio de comunicar una historia, así que tiendo a mostrarme muy
parco en mis rodajes. Creo que a veces me paso de parco. Las sorpresas ocurren
cuando se empieza a montar la película. Uno descubre que puede cambiar bastante
la historia en el montaje, que no es más que un proceso de barajar los
distintos trozos de película que ha rodado.
-¿Cómo empieza usted a filmar una película como El
Imperio?
-Empiezo con las emociones. Luego paso a los elementos
que componen el relato y acabo con la emoción. Creo que eso es lo que entra en
el conjunto de una película.
-STORYBOARD A CARGO DE NILO RODIS-JAMERO- |
“La ventaja que tenían esos narradores es que veían una
respuesta de su público. Veían cuando reían o cuando se estaban aburriendo y
entonces frenaban la acción, o contaban algo divertido, o hacían que se les
quebrase la voz. Siempre había algo nuevo que podían hacer para lograr su
interés y para volver a atraer a los que lo habían perdido.
“En una película uno no puede permitirse ese lujo. Uno
cuenta su historia y no puede hacer ninguna prueba sobre la reacción del
público, porque el guión no es la película. Lo que uno rueda no es el film
hasta que lo ha juntado todo y sigue sin serlo hasta que lo ha visto una
audiencia y esta responde o no.
“A menudo la respuesta está basada en lo que corre de
boca en boca, en la publicidad, en la imagen que tiene esa película
determinada, en si están preparados para ella o no en ese momento.
-Tiene usted fama de que disfruta trabajando con sus
actores ¿Le resultó fácil con las estrellas de El Imperio?
-A veces era demasiado fácil, porque tenían la sensación
de que era algo que ya habían hecho. Así que uno tenía que encontrar otras
cosas que explorar, cosas que no hubieran tenido la oportunidad de explorar en
la primera película.
“Nunca había visto a Chewie perder la paciencia, ni le
había visto totalmente frustrado. ¿Cómo se frustra un wookie? Encontramos el
modo.
“También descubrimos que en la película se produce un
romance y traté de darle todo el relieve posible, e incluso de mostrar la otra
cara del mismo, los antagonismos que surgen cuando un romance no llega a su
conclusión lógica.
-Pero debe haber sido muy difícil mezclar los efectos con
los actores para crear el film en su totalidad, ¿no?
-Es algo muy difícil y los actores lo notan a menudo. En
el modo en que actúa un actor o incluso en lo que dice se puede lograr una gran
flexibilidad. Es la interpretación de la palabra escrita, una interpretación
que puede variar mucho. Pero en los efectos especiales no existe flexibilidad
ninguna. La cámara ha de estar a unos treinta centímetros del suelo y tiene que
estar apuntada en un cierto ángulo. Tiene que llevar una determinada lente. Uno
está atado de pies y manos y, a menudo, la cámara no puede moverse. Todo ha
sido meses antes rigurosamente planeado.
-Rememorando ahora la experiencia, ¿Qué opina de todo lo
que ha sucedido?
-Me parece como si nunca hubiera hecho esa película. Eso
es en lo primero que pienso. Es como una historia que hubiera leído. Quiero
decir que el trabajo fue tremendamente difícil. Durante muchos, muchos meses,
trabajé seis o siete días a la semana. Miro hacia tras y es como un sueño
agradable y una pesadilla.
“Un sueño agradable porque trabajé con gente interesante
y me gustó estar en Londres. Una pesadilla a causa de las frustraciones y las
cosas que no marchaban. Corriendo todo el tiempo y teniendo que hacer cosas que
normalmente no haría. Pero tiene que haber un límite en lo que cuesta una
película. Si uno pudiera gastarse 100 millones de dólares en lograr que una
película saliera hermosa, bastaría con rodar una y otra vez. Pero de lo que se
trata es de conseguirlo gastando el mínimo de dinero posible porque a pesar de
todo va a ser mucho dinero y es una apuesta que no se sabe que resultado va a
tener.
-Para acabar. La primera película cautivó a una enorme
cantidad de público ¿Se da usted cuenta de las expectaciones de esa gente?
-Vi que los personajes eran todos fuertes, arquetipos que
han pasado a formar parte de la mitología cultural, al menos en las masas de
nuestro tiempo, educadas en el cine y los comics. Desde luego los chicos aman a
estos personajes y yo nunca pierdo de vista a los niños. Quise que les gustase,
que la disfrutasen y la comprendiesen. (2)
(1) USIS: United States Information Service.
(2) Dentro de la filmografía de este director podemos
nombrar a Victoria en Entebbe (1977), Los Ojos de Laura Mars (1978), 007: Nunca
Digas Nunca Jamás (1983), Robocop 2 (1990) y la serie Seaquest DSV (1993).
Kershner falleció el 27 de noviembre de 2010.
-GALERÍA DE IMÁGENES-