martes, 13 de noviembre de 2012

SERGIO REAL: MANDALAS Y OTRAS YERBAS


Textos y dibujos realizados por Sergio Eduardo Real

Anticipo desde ahora que si bien los mandalas tienen un origen y una significación sacra, en mi caso se trata de estimular las características artísticas a través de una base circunscripta en su generalidad a la realización concéntrica y hacia adentro o hacia afuera del diseño –aunque verán que hay algo más estirado y estilizado.

El ansia por volver a pintar hizo que luego de haber coloreado dos libritos de mandalas de bolsillo, tomara la decisión de hacer diseños con algunas de las características afines a esta manifestación budista. Aclaro que no soy budista, de ahí que lo mío sea solo un hecho artístico.

Hagamos un poco de historia: los mandalas son diseños sacros realizados por los budistas del Tibet, que se realizan con tierras de distintos colores, o sea, con todos elementos de la naturaleza, algunos llegan a demorar todo un año para su factura, durante la cual se realizan oraciones religiosas, para que finalmente se barra –literalmente- con el diseño pasando a integrar el espacio natural del cual emanaran los materiales utilizados.

Una última acotación sobre los mandalas, si bien en casi todos los libros que he visto no se escribe con acento, como palabra esdrújula tendría que llevarlo, al menos he visto un par de sitios en la red en los que el tilde está presente sobre la primera de las “a”.

-GALERÍA DE IMÁGENES-

Aquí les van como muestra algunos diseños, en los que detallo el material utilizado, debajo de cada uno de ellos, y una breve reseña inspiradora que trata de clarificar el porqué –o al menos eso pretendo- de su forma y colorido.
Lápices de colores sobre papel canson

Diseño concéntrico, con preeminencia de curvaturas y trazos geométricos, que son las bases para partir de una simple utilización del compás. Hablando de la herramienta por excelencia para el trazado de los mandalas, es menester utilizar uno que sea para dibujo técnico por el nivel de precisión que a veces se vislumbra en los trabajos terminados, de esa manera se podrán hacer no solo circunferencias sino también arcos, medios arcos, medias lunas y un sinfín de diseños.

Lápices de colores y fibras sobre papel canson

Continuando las formas geométricas y la delimitación de campos visuales no solo a través de la elección de colores sino también con la marcación de los límites. Se pueden divisar dos campos perfectamente delineados en los que las figuras que se oponen son idénticas pero dadas vuelta, también hay cierta simetría en el resto del diseño, salvo por un detalle que rompe con el sistema, los tres globos contrapuestos que conservan el mismo orden y la misma gama de color.

Lápices de colores y tinta sobre papel canson

La gama cromática intensa permite visualizar correctamente cada uno de los espacios, que en este caso fueron delimitados con líneas negras dando una configuración de falso vitreau. La tinta en este caso actúa como si fuesen los senderos de plomo o cobre utilizados en el verdadero vitreau, a la vez que pueden hacerse detalles precisos, ya vendrá algún diseño hecho solamente con tinta para demostrar la versatilidad de la tinta –lapicera, plumín, pincel-.


Crayones de cera sobre papel canson
En este caso lo único planeado y registrado previamente con el compás fueron los círculos concéntricos el resto fue dejar libre la mano y la imaginación para pergeñar una especie de planta multicolor para representar una naturaleza psicodélica en un ojo tricolor –¡¡¡Qué viaje!!!-. El material no es el más adecuado para este tipo de trabajos ya que hay sectores pequeños en los cuales el crayón de cera resulta de un grosor inadecuado, al igual que para realizar detalles. De ahí que deba trabajarse con libertad de movimiento y usando el crayón en forma directa sobre el papel, no siguiendo un esquema predeterminado.

Lápices de colores sobre canson

Nuevamente los arcos, las circunferencias, las redondeces, aparecen entremezcladas formando una composición geométrica que abre su visión desde el centro hacia afuera con el trazado de la flor roja metida en un hexágono de lados redondeados que despiden luminosidad en sus extremos. La gama de azules vincula el mar y el cielo como elemento de contemplación atemperada.

Lápices de colores acuarelables sobre papel canson
Más de lo mismo pero distinto, siguen las curvas, aquí desaparecieron las circunferencias y quedaron prendadas las hojas de verde colorido sobre un fondo hexagonal que culmina en elipsis cerradas.

Lápices acuarelables tratados con pincel sobre canson de 27g/m2
Aquí las circunferencias están presentes aunque no con bordes definidos, se esfuman, se confunden, se integran color a color con lo que se logra un efecto descontracturado, el centro domina la escena, se va extendiendo en formas irregulares, se ondean algunos contornos, se estiliza el diseño hacia afuera y lleva al ocasional observador a tratar de descubrir si es un molino de vientos, si una pieza mecánica, una flor central, otras flores rondando, qué corno quiso hacer este tipo que agarró el pincel y el agua y empezó a manchar la hoja.

Lápices acuarelables tratados con pincel sobre canson de 270 g/m2
Lápices acuarelables tratados con pincel sobre canson de 270 g/m2
¡¡¡El tipo se volvió loco y repitió dos veces la misma imagen!!! No tanto ni tan poco, este diseño puesto sucesivamente lo hice para mostrar las bondades de la computación y sus programas, de cómo pueden hacerse dos o más versiones de una misma pieza con solo utilizar la edición de imágenes. En este caso la fusión de colores es total, no permitiendo visualizar donde comienza uno y finaliza el otro, salvo las líneas curvas remarcadas a pincel que permiten delinear algunas figuras o zonas cromáticas. No hay ya una concentración en la circunferencia mayor sino que el diseño se extiende al exterior, cobra cuerpo por dos costados angulares en una figura que no los tiene pero se conforman afuera. Puro diseño lineal.

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