Desde el
inicio mismo de este blog, mi intención fue dar a conocer lo mejor de la
ilustración y la fotografía. Debido a la gran cantidad de un muy fascinante material
ilustrado que tengo en mi computadora, la fotografía fue quedando de lado.
Sacando excepciones,
tal fue el caso de la talentosa Candelaria Frías, el arte fotográfico poco a poco fue
transformándose en una suerte de concepto abstracto y eso no me pareció para nada justo ya que, en mi interior, mora
un fotógrafo en potencia.
Es por
ello que comencé a investigar por el inmenso océano de bits que es la Web y me
encontré con una gran cantidad de agradables sorpresas.
Una de
ellas es el material que presento en este post, el cual está dedicado a la gran
labor artística de Dmitry Ageev, un fotógrafo nacido en la Federación Rusa que
a lo largo de su vida profesional se ha dedicado al poco apreciado universo de
los retratos, especialmente los rostros femeninos.
Su mayor
característica es el adecuado uso de luces y sombras, que se encargan de
realzar la belleza femenina y la dota de una misteriosa cualidad que las
transforma en una suerte de criaturas casi mágicas, dueñas de una misteriosa
belleza a la cual no podemos dejar de admirar.
El poder
de sus retratos reside en el brillo de la mirada de las mujeres captadas por la
cámara, ese ojo alerta que, en las manos de Ageev, les permite cobrar vida más
allá de la frialdad bidimensional en la cual las imágenes se hallan atrapadas.
-GALERÍA
DE IMÁGENES-
EL
MISTERIO FEMENINO
Por Daniel Barragán
Misteriosas
miradas, de brillo implacable, que despiertan
promesas y sueños para aquel que se atreva a conjurar su vasta belleza.
Labios
rojos. Fuego elemental que devora nuestra alma y nuestro corazón.
Níveos rostros
de suaves curvas que se demoran en nuestra embelesada fascinación.
Pieles tersas,
invitadoras a nuestras manos inquisitivas, que satisfacen los deseos largamente reprimidos.
El misterio que las rodea, esa poderosa arma en la cual fueron soñadas, nos transforma en devotos
sirvientes de sus más indolentes caprichos.
Tal es
el temible poder de las mujeres. Hechiceras que malean los espíritus
varoniles, tornándolos poderosos y débiles a un mismo tiempo. Jugando con
sus destinos y pareceres.
Ellas son
el amor, la felicidad, la lujuria, la tristeza, la dulzura y la pasión. Son nuestras
infaltables compañeras y nuestras más crueles enemigas.
Son nuestras
madres, pues sin ellas jamás hubiéramos sido, nuestras amantes, que nos
permiten acceder al conocimiento del amor, y nuestro aliento final…
Pues la
Muerte es mujer, la más bella de todas... y la última.